Este año el glorioso obispo y mártir de la Capadocia, le da un pase de pecho a la cigüeña y nos endosa el conejo, porque los cretinos hados, han tenido a bien hacer coincidir el 3 de febrero San Blas, con la entrada del año nuevo chino, año del conejo. Transitamos tiempos de fusión, "melangé" y batiburrillo y si cabalmente lo pensamos, el lenguaje popular siempre asoció el "pequeño, peludo y suave"roedor, al órgano sexual femenino, de tal suerte que hay una copla erótico-cinegética que dice así:
"Debajo del delantal
tienes un conejo vivo
yo tengo una escopetilla
dejame pegarle un tiro"
Si las zancudas cigüeñas traen a los nenes, el conejo sin duda está en la génesis del asunto; y si leemos que en la astrología china, al conejo le gusta que lo acaricien, aunque a veces se muestre pasivo y tímido , todo encaja como en un puzzle sideral y "kamasutrano".