"EN EL PUEBLO NO HAY SANTO NI SANTA
QUE TENGA LA INSIGNIA DE BARTOLOMÉ
PORQUE TIENE EL CUCHILLO EN LA MANO
EL PELLEJO AL HOMBRO Y EL DIABLO A LOS PIES".
Difícil de mejorar la capacidad descriptiva y sintética de estos versos populares dedicados a San Bartolomé, apóstol con evangélio apócrifo, que luchó contra demonios y sufrió el martirio de ser despellejado vivo. Es a la sazón patrón de los carniceros,
pero no nos quedemos antiguos, si Bartolomé santo agosteño, no quiere ser "santo parao", bien haría en opositar a Patrón del "after sun" contra el despellajamiento veraniego y por elevación sublime del asunto, a ser venerado en los altares de la prensa rosa, que esos si que están versados en quitar la piel a tiras. Al ritmo del gozo salsero, "Ven, despellejame otra vez..." ¡que bien luciría el apóstol, tan relacionado con las serpientes por el cambio de piel, como sus acólitos por venenosos y lenguas viperinas!....¿dónde iba a estar mejor que rodeado de "vociferantes diablillos", tan calentito y colaborando al calentamiento global?...Si ya lo digo yo: "HETE AQUÍ PORQUÉ NO LLUEVE".